Hablando
de homenajes, vivimos en una país donde por desgracia han caído muchos
conciudadanos a causas de lacras como el terrorismo, sus víctimas, como es
normal, han sido homenajeadas en actos públicos, privados,
manifestaciones… Estos homenajes me
parecen muy lógicos y se deben seguir llevando a cabo, para honrar a cualquier
victima que ha perdido la vida a causa de la violencia, sea del signo que sea.
Pero
esta entrada, va referida a otro tipo de víctimas, un tipo de victimas que no
tienen ese tipo de reconocimiento, que no ocupan portadas de los medios de
comunicación, solo algún titular minúsculo en algún periódico local o una
estadística a final de año.
Estoy
hablando de las victimas producidas por la siniestralidad laboral, término
usado en el argot de los medios y la política, o como realmente deben ser
llamadas: Victimas por terrorismo patronal. Aunque no pueden recogerse todas
las victimas bajo esta nomenclatura, ya que donde hay algún tipo de peligro
siempre van a suceder accidentes, decir desde aquí, que la mayoría de las
muertes son evitables y tienen responsables.
¿Por
qué estas víctimas no tienen el mismo tipo de reconocimiento que otras? Por poner algún dato estadístico, recurso del
que no quiero abusar, ya que estamos hablando de personas y no de simples
números, solo desde enero a junio del año 2013 se producían 216 trabajadores
fallecidos en accidentes durante su jornada laboral. Datos a los que se suman, otras 44 muertes en
accidentes laborales «in itinere» (en el trayecto entre el domicilio y el
trabajo y viceversa).
Esta alta siniestralidad laboral, se produce por una
serie de condiciones, hablo por ejemplo de falta de medidas de
seguridad en el trabajo, de la ampliación de la jornada laboral, de las
precarias condiciones actuales en el trabajo…
Además tienen una serie de culpables, hablo de patrones
que establecen unas condiciones de trabajo penosas, la complicidad del gobierno
que lejos de mirar por los intereses de los trabajadores, con su legislación
propatronal da carta libre a estos abusos (Reforma Laboral), complicidad
también de los sindicatos (COO y UGT) que lejos de erradicar los abusos solo luchan
por sus propios intereses políticos y por último a veces la complicidad de los
mismos obreros.
Pero este panorama oscuro, también puede arrojar un rayo
de luz que puede tornarse en un sol de justicia intenso, les hablo de la
Solidaridad y la Lucha Obrera que debe contribuir a erradicar esta lacra.
Debemos creer en una sociedad, donde ningún trabajador sea víctima de ningún accidente
laboral que sea evitable, y no luchar por descender año tras año unas décimas
el porcentaje de siniestralidad laboral, sino por conseguir una tasa de
accidentes nula de terrorismo laboral.
OBRERO MUERTO, PATRÓN COLGADO!!!
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