miércoles, 1 de abril de 2015

CONTRA SU REPRESIÓN NUESTRA SOLIDARIDAD

El acto de reprimir, conlleva la pretensión de impedir un comportamiento, o la de castigarle una vez producido. Por tanto, la represión política, que vamos a tratar en este artículo, se manifiesta a lo largo de la historia en distintos contextos y terrenos dispares, pero el acto en sí mismo conlleva el mismo efecto, reprimir comportamientos disidentes.

En el siguiente artículo, expondré un par de ejemplos, en los que se manifiesta esta represión política, en épocas distintas y territorios distintos, pero siempre con la misma intención, reprimir a un pueblo libre y soberano, para imponer sus propias doctrinas.
Hace ya algunos años, no muy lejos de aquí, existía un país llamado Alemania, un país que estaba sufriendo las consecuencias de la derrota de la I Guerra Mundial e intentando recuperarse con un cambio de sistema, basado en lo que ha pasado a la historia como la República de Weimar. Un país, donde la conciencia de clase comenzó a emerger peligrosamente, mediante el movimiento espartaquista (comunistas), que asustó a los grandes capitales, sobre todo teniendo el ejemplo de su vecina Rusia, convertida en la U.R.R.S.
Fue entonces cuando los grandes capitalistas ayudaron a un partido de ultraderecha, el Partido Nacionalsocialista Alemán del trabajo, presidido desde 1920 por Adolf Hitler. La alta burguesía creía que podía utilizarlo para vencer a la revolución, pero no contaba con que desencadenaba una fuerza destructora e irracional.
En las elecciones de 1932 el partido nazi obtuvo 13 millones de votos (37%) y el 30 de enero de 1933 el presidente Hindenburg nombró canciller a Hitler; en pocos meses se estableció la dictadura de partido único, gracias a la policía política (Gestapo), y eliminando violentamente toda oposición.
La sociedad fue adoctrinada de un modo metódico en la educación, la prensa, la radio. Los libros y el arte que no seguían las pautas del nazismo fueron prohibidos. La intransigencia, el racismo y el fanatismo irracionales sustituyeron a la razón. Todos los grupos sociales que podían oponerse o que eran vistos como no alemanes fueron aplastados, con una estrategia metódica de ir uno tras otro a fin de no chocar a la vez con todos: comunistas, socialistas, sindicalistas, judíos, intelectuales, activistas cristianos. Al final, como dice el poema de Bertlot Brecht, todos fueron oprimidos o exterminados.

"Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada"

Todo el que siga este blog, sabe qué, desde el mismo, se acostumbra a comparar sistemas o épocas dispares entre sí, aunque no con ello se pretende asimilarlas o definirlas en esencia iguales, cada cual que saque sus propias conclusiones e hipótesis, solo aclarar que la intención del mismo blog no asegura la veracidad de las mismas.
Pues bien, aclaradas estas cuestiones, haremos un salto en el tiempo y en el espacio, situémonos ahora en el siglo XXI y fijémonos en un país llamado España. En las elecciones generales de 2011, el Partido Popular, dirigido por Mariano Rajoy obtuvo 10.866.566 de votos (44,63%). Así mismo, apoyándose en la mayoría absoluta y gobernando a golpe de decreto, nos impuso sus recortes, sus leyes represivas, su dogmatismo religioso y sus continuos atentados a las libertades ciudadanas.
Con sus políticas adoctrinadoras, en materia de educación, nos intentan imponer su LOMCE y su 3+2, así mismo, tenemos que observar atónitos la vuelta del crucifijo a las aulas y la implantación de la religión como una asignatura quasi obligatoria y con un peso académico sobre dimensionado. Asistimos a continuos ataques contra la libertad de prensa, intentando homogeneizar en un pensamiento único, su única doctrina, la permitida por el Estado, todo lo demás es desviacionismo y por tanto terrorismo.
Todos los grupos sociales que intentas oponerse a sus políticas, son enjuiciados y encarcelados, imponiendo una doctrina del shock, y volviendo al poema de Bertlot Brecht, adoptando una estrategia metódica de ir uno tras otro a fin de no chocar a la vez con todos.
Por tanto, llegados a este punto, permitirme realizar una licencia, no sé si puede llamarse poética, pero utilizando ese mismo poema de Bertlot Brecht y adaptándolo a la situación represiva que actualmente sufre nuestro país.

"Primero vinieron a buscar a los independentistas y no dije nada porque yo no era independentista.
Luego vinieron por los inmigrantes y no dije nada porque yo no era inmigrante.
"Luego vinieron a por los estudiantes y no dije nada porque yo no era estudiante.
Luego vinieron por los deshauciados y no dije nada porque yo tenía vivienda.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los twiteros y no dije nada porque no tenía ordenador.
Luego vinieron a por los comunistas y no dije nada porque no era comunista"
Luego vinieron a por los anarquistas y no dije nada porque no era anarquista.
Luego vinieron a por los okupas y no dije nada porque no era okupa.
Luego vinieron por los sin techo y no dije nada porque tenía techo.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada"

Ante la ola de represión y detenciones que actualmente padecemos en España, debemos ser una piña, independentistas, inmigrantes, estudiantes, deshauciados, sindicalistas, twiteros, comunistas, anarquistas, okupas, sin techo, jóvenes, adultos, viejos; todos somos la misma clase de trabajadores libres, libertad que ellos quieren coaccionar, pues ellos tienen el monopolio de la violencia legal y todas las armas a su alcance, pero nosotros somos muchos más y siempre nos quedarán las armas más letales que existen: la lucha en la calle y la solidaridad obrera.

ABAJO LOS MUROS DE LAS PRISIONES!!!

PRESOS POLÍTICOS LIBERTAD!!!


viernes, 20 de febrero de 2015

REPRESIÓN CULTURAL

La creación artística es una función esencial de ser humano, pues el lenguaje artístico, además de forma de conocimiento, como la ciencia o la religión, es también un medio de comunicación con el que el artista expresa imágenes de la realidad física y humana, y también del psiquismo, como sentimientos, esperanzas, sueños…  Un lenguaje universal, una tendencia innata de la especie humana basada en la necesidad de expresión.
El artista no se limita a la representación, sino que transforma los datos de la naturaleza y los hace resplandecer en una ordenación diferente. Así, el autor de una obra de arte no es un descubridor, sino un creador, pudiendo hablar de creación artística.
La creación artística es tan antigua como el hombre, pues como escribía René Huyghe “no hay arte sin hombre, pero quizá tampoco hombre sin arte”. Pero esta creación tan pura y desinteresada ha chocado a lo largo de la historia con poderes despóticos, que han ocultado, usurpado o marginado la misma creación artística.
Pensemos en el Paleolítico y en la creación artística que supusieron las pinturas rupestres o la música rítmica, cualquier humano que pertenecía a una tribu, podía deleitarse con estas pinturas o escuchar esta música primitiva, dentro de sus rituales religiosos. Ahora pensemos en nuestra época, ¿Quieres ver las Meninas de Velázquez? Pasa por la taquilla del museo del Prado y lo verás, si tienes dinero para pagarte la entrada ¿Quieres escuchar a los Rollings Stone? Guarda cola durante horas y gástate, un dinero que explotado en tu trabajo te costó ganar varios días, pero piensa que tienes suerte, igual es la última vez que tocan.
Así funciona el mundo, si tienes dinero puedes acceder a la cultura, si no lo tienes, la única obra de arte que verás será el graffity del getto donde pasas la noche. Y yo me pregunto ¿El concepto de Patrimonio de la Humanidad? ¿Es aplicable a un mendigo? ¿A un inmigrante sin papeles? ¿A un parado de larga duración desplazado a la miseria?.... ¿O ese patrimonio solo es aplicable a la humanidad que puede pagarse la cultura?
Está claro, que existe una usurpación de ese patrimonio de la humanidad, para convertirlo en mercancía y sacarle una alta rentabilidad, pues si existiera realmente el concepto de patrimonio de la humanidad, cualquier persona tendría el mismo derecho de deleitarse con el Guernika de Picasso, el David de Miguél Ángel o la Alhambra de Granada.
Otro fenómeno corriente, a lo largo de la historia, es el de la ocultación. En diferentes coyunturas, se ha dado mucho protagonismo a unas obras de arte, que coincidían con la mentalidad dominante, y se ha ocultado otras que como se suele decir “no eran políticamente correctas”. Solo pensar, en la época de la Inquisición con las listas negras de libros, pasando por los fascismos y perviviendo en el Sistema democrático actual.
Mas terrible aun, es la marginación de diferentes artistas a lo largo de la historia, por no encajar en los esquemas mentales de la época. Los intelectuales, siempre han sido un lastre para cualquier sistema que se sostiene en el poder como norma, han sido marginados, criticados, oprimidos e incluso eliminados físicamente, algunas veces por enfrentarse al poder establecido y otras por el simple hecho de significar un peligro para un Estado, que solo piensa en perpetuar su poder y la de su clase dirigente.
Mártires de las letras españolas como Federico García Lorca o Miguel Hernández, son la prueba de esta realidad, otros como Juan Ramón Jiménez tuvieron que sufrir el exilio y algunos otros la censura renstrigiéndoles su creación artística.
La cultura libre, hecha por y para el pueblo, que llena de luz tantas conciencias libres y obstaculiza mentes retrogradas, se torna un peligro real para la oligarquía reinante que no está dispuesta a aceptar ningún agujero en su saco de poder. Por esta razón, nunca tendrá razón de ser en su seno, siempre será para ellos clandestina y en su naturaleza prohibida.
Pero algo en principio tan inocente, como escribir un poema y compartirlo con el pueblo, puede llegar a ser mucho más peligroso para el poder, que el hecho de vaciar un cargador de un revolver sobre la cara de cualquier oligarca. Pues la violencia física, puede servir como medio para conseguir un fin concreto, pero nunca conseguirá moldear conciencias colectivas como puede hacerlo un simple poema. La violencia solo acarrea violencia, mientras la educación puede acarrear algo más grande y duradero, y es que ya lo dijo Kant “Un pueblo educado es un pueblo libre”.
La educación es la base de cualquier sistema político, los oligarcas la usan constantemente, para crear ciudadanos modelos, hechos a la imagen y semejanza del pensamiento dominante. Todo lo que se separa, de ese pensamiento dominante, es marginado y reprimido para no entorpecer el progreso de la nación. Nos quieren sumisos, nos quieren mudos, quieren que observemos solo una parte de la realidad, la que al Estado le interesa que observes, lo demás es disidencia, delito o traición.

Vivimos en un mundo en el que se incurre en un grave delito por escribir una canción crítica (véase Pablo Hasel, Soziedad Alkohólika o Banda Bassotti), pero no incurre un delito llenarse los bolsillos de billetes procedentes de las arcas públicas, esconder dinero en los paraísos fiscales o financiar un partido político con dinero negro. Puedes ir a la cárcel por escribir en twitter o facebook que algún político de la élite oligarca se merece una bomba (algo que yo personalmente no le desearía a nadie), pero si en cambio, haces lo mismo con uno de sus rivales (por ejemplo el líder de Podemos, Pablo Iglesias)  o proclamas consignas racistas o fascistas, no solo quedas amnistiado automáticamente, si no incluso se te agradecen los servicios prestados.
Volviendo al tema de la represión cultural, nos encontramos un panorama desolador, por ejemplo en una labor tan decente como es el periodismo, cuya labor se ve manipulada ruinmente por estos oligarcas. Enciendes la TV, la radio  la pantalla del ordenador o lees la prensa escrita y te bombardean a diario con verdades a medias y lo que es peor mentiras contadas como verdades. Los que osan, sucumbir al rigor periodístico son avisados de su error e invitados a medir sus palabras, para que concuerden con su versión de los hechos.

Vistos, los inconvenientes de expresar una cultura libre ¡no todo va a ser un valle de lágrimas!, pues la libertad cultural hace que muchos busquemos en ella nuestra razón de ser, que seamos consumidores habituales de las creaciones de personas, que buscan esa modalidad para ayudarnos a caminar con ilusión hacía un mundo libre y justo, donde la cultura libre se imponga sobre la cultura manipulada, para así iluminarnos el camino hacía la libertad.



Bibliografía: La historia del Arte, Gombrich