A mediados de los años 70 irrumpió
con fuerza en el planeta un nuevo estilo musical que se hará llamar
música punk. Esta nueva forma de entender la música, que beberá
directamente de sus antecesores rockeros, sobre todo de lo que se
hizo llamar Garaje Rock, será sustancialmente distinta a todo lo
conocido anteriormente.
El punk entrará en escena como un
estílo musical caracterizado por su actitud independiente y amateur,
sus melodiías simples y cortas, sonidos de guitarras amplificadas y
ruidosas, pocos arreglos instrumentales, compases y tempos rapidos,
baterias aceleradas y voces fuertes e incluso violentas.
Aunque musicalmente hablando, el punk
trajo consigo una revolución estableciéndose como una rama dura del
rock and roll, la verdadera revolución la produjo la filosofía que
acompañó al estilo musical, convirtiéndose rápidamente en un estilo
de vida a seguir por miles de jóvenes que debido a la crisis
económica se encontraban en precariedad en un sistema que les
oprimía.
Pero no es mi intención en este
artículo realizar una contextualización o una historia del punk, ya
sea a nivel musical o nivel social, pero considero importante exponer
algunos datos para introducir el tema del que pretendo hablar.
Lejos del contexto de crisis de los 70,
época en la que emergió este genero musical, mi primer contacto con
el punk se produjo a mediados de los años 90, una época para España
de gran despegue económico, de la que provienen muchos problemas que
sufrimos en la actual crisis.
En estos tiempos se había producido la
primera victoria del Partido Popular, tras 14 años de gobierno
socialista de Felipe Gonzalez, que se había ido al traste por los
escandalos políticos. El partido laborista ganaba las elecciones en
Reino Unido con Toni Blair a la cabeza y todavía quedaría lejos la
irrupción de George Bush hijo, en la presidencia de los EEUU, que en
esta época encabezaría el demócrata Bill Clinton. Veíamos
atónitos en televisión la clonación de la oveja Dolly, el
accidente de tráfico de Lady Di y Dodi al Fayed o la inminente
Guerra de Kosovo.
En esta coyuntura, no sabría decir el
año exacto,pero podría tener unos 8 años, llegó a mis manos una
antigua cinta de cassette con el nombre de Eskorbuto escrito en su
portada. El título de este trabajo era el de Impuesto
Revolucionario, algo imposible de comprender para un niño de 8 años, y entre sus títulos de canciones podiamos leer: Eskorbuto al
parlamento, Mucha Policía Poca Diversión, Es un crimen, Maldito
país, Anti-Todo o Eskizofrenía.
A esta edad temprana, caracterizada por
la experimentación en todos los niveles de la vida, nos sumergimos
en cualquier sonido buscando forjar una identidad personal que un
instrumento tan importante como la música puede llegar a conseguir.
En mi colección de cintas de cassette podías encontrar entonces
música de todos los estilos posibles, excepto el que oían mis referentes paternos, manifestando tu odio ante el mismo por la
rebeldía que caracteriza a un niño de 8 años.
Tras esta cinta de Eskorbuto, que para
mí marco una época en lo que se refiere al desarrollo de mi
identidad musical y mi personalidad, vinieron muchas más. Comencé a
recopilar pilas de cintas de grupos con nombres extraños y obscenos
como La Polla Record, Me cago en Dios (MCD), Soziedad Alcoholika o
Cicatriz.
Al principio las letras te parecían
divertidas por las palabrotas e insultos que empleaban, pero con el
paso del tiempo y la compresión de las mismas, cambiaron fuertemente
mi personalidad y modo de entender el mundo.
El movimiento punk puede verse desde el
exterior como un género caracterizado por las letras obscenas y
violentas, como una actitud radical o desvergonzada, claro que tiene
todo esto si no, no sería punk, pero también como toda cultura
tiene su parte de educación aunque se defina en sí mismo como un
movimiento contracultural.
La labor educativa de la música punk
es infinita, ha servido para la comprensión e introducción en la
política de miles de jóvenes que habían crecido engañados por los
medios de comunicación. Cuando eres un crío no sueles prestar
atención a los acontecimientos políticos, históricos o sociales,
pero relacionándolos con un género musical que te encanta puedes
llegar a comprenderlos y valorarlos críticamente. Este fue mi caso,
pues grupo tras grupo, canción tras canción, letra tras letra,
empecé a comprender el mundo que me rodeaba y lo que es más
importante a manifestar una actitud crítica ante los acontecimientos
que ocurrían a mi alrededor.
Grupos como Sin Dios o los Muertos de
Cristo nos introdujeron a muchos en el movimiento anarquista, tan
censurado y ocultado desde los poderes políticos, otros grupos como
la Polla Record, MCD, Piperrak o Rip con sus letras reivindicativas e
incendiarias nos introdujeron en la lucha social y nos dieron otra
visión sobre el Conflicto Vasco, otros como Decibelios nos iniciaron
en la música OI! … Y todos juntos contribuyeron a crearnos una
personalidad diferente lejos de los cánones de esta sociedad
corrompida que pretende convertirnos en borregos del capital.
Como no se puede entender la Antiguedad
clásica, la Edad Media o la Edad Moderna sin entender su arte, no se
puede entender las últimas décadas del siglo XX sin entender uno de
sus fenómenos más importantes como es el Punk, aunque lo intenten ocultar desde arriba por ser “el grano en el culo” de su época.
Por tanto, la música punk se presenta como un instrumento esencial
para comprender una época, ya que nos muestra una radiografía
totalmente distinta a la que podemos encontrar en otras fuentes de
información. Nos muestra aspectos tales como el inconformismo social
de la clase trabajadora, las tendencias políticas de la época,
acontecimientos importantes y protagonistas de una época, las modas
y tendencias de una época...
Pero el verdadero valor del Punk no
solo mira al pasado, pues aunque los punkys siempre se han encargado
de recordar el famoso NO HAY FUTURO, la filosofía punk es
perfectamente aplicable a la sociedad actual y aunque los tiempos han
cambiado mucho podemos seguir gritando la consigna PUNK NOT DEAD,
pues actualmente sigue vivo en el corazón de muchos jóvenes y otros
no tan jóvenes que han seguido aguantando el vendaval.
En la coyuntura actual, necesitamos de
la actitud rebelde del género punk para contribuir a crear una nueva
sociedad, las antiguas letras de los grupos punk están más vivas que
nunca y son perfectamente aplicables a nuestra época. Solo hay que
escuchar, por poner un par de ejemplos, grupos como Eskorbuto, ya
desaparecidos, que establecían consignas como:
-Nos
disparan bolas de goma,nos golpean democráticas
porras, nos disparan botes de humo, nos matan balas de plomo!solo
queremos:
Libertad!
-Nada
mas nacer,comienzan a corrompernos. crecemos y envejecemos en
absoluta sumisión
.
-Vuestro
rey es el dinero y de juan lo es también el dolar, la libra, la
corona, la peseta su poder.
-Tanta
policía tanto gobernador tanto hijo bastardo la madre que los
pario!! Iros a la mierda!!!
Otros
grupos como el que encabezaba el gran Evaristo Páramos, La
Polla Record, con premoniciones tan acertadas para nuestro tiempo
como:
-“Un
rey no es rey por voluntad divina, sino porque sus antepasados se lo
montaron divinamente”
-“Si eres joven y rebelde, coca-cola te comprende”
-“Si eres joven y rebelde, coca-cola te comprende”
Por
último y para mostrar la continuidad generacional en los grupos de
punk exponer dos extractos de letras pertenecientes al disco de
Ignotus “A ningún lugar” (2014), grupo actual muy comprometido
con los temas políticos, sociales e históricos:
-”Y
así llegamos a día de hoy con su monarquía parlamentaria,
los herederos de la extorsión, señores de la guerra,
los amos del oro y la espada, junto a mercenarios y mercaderes
protegen esta falsa democracia”
-”Siglos
18 y 19, siglos de revolución, burguesía, iglesia y monarquía,
disputas de dominación, latifundios, campesinos
esclavitud, explotación, precariedad obrera en la ciudad,
tras la revolución industrial!!”
SALUD Y PUNK AND ROLL
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