miércoles, 11 de junio de 2014

PUNK Y EDUCACIÓN: UNA HISTORIA PERSONAL

A mediados de los años 70 irrumpió con fuerza en el planeta un nuevo estilo musical que se hará llamar música punk. Esta nueva forma de entender la música, que beberá directamente de sus antecesores rockeros, sobre todo de lo que se hizo llamar Garaje Rock, será sustancialmente distinta a todo lo conocido anteriormente.
El punk entrará en escena como un estílo musical caracterizado por su actitud independiente y amateur, sus melodiías simples y cortas, sonidos de guitarras amplificadas y ruidosas, pocos arreglos instrumentales, compases y tempos rapidos, baterias aceleradas y voces fuertes e incluso violentas.
Aunque musicalmente hablando, el punk trajo consigo una revolución estableciéndose como una rama dura del rock and roll, la verdadera revolución la produjo la filosofía que acompañó al estilo musical, convirtiéndose rápidamente en un estilo de vida a seguir por miles de jóvenes que debido a la crisis económica se encontraban en precariedad en un sistema que les oprimía.
Pero no es mi intención en este artículo realizar una contextualización o una historia del punk, ya sea a nivel musical o nivel social, pero considero importante exponer algunos datos para introducir el tema del que pretendo hablar.
Lejos del contexto de crisis de los 70, época en la que emergió este genero musical, mi primer contacto con el punk se produjo a mediados de los años 90, una época para España de gran despegue económico, de la que provienen muchos problemas que sufrimos en la actual crisis.
En estos tiempos se había producido la primera victoria del Partido Popular, tras 14 años de gobierno socialista de Felipe Gonzalez, que se había ido al traste por los escandalos políticos. El partido laborista ganaba las elecciones en Reino Unido con Toni Blair a la cabeza y todavía quedaría lejos la irrupción de George Bush hijo, en la presidencia de los EEUU, que en esta época encabezaría el demócrata Bill Clinton. Veíamos atónitos en televisión la clonación de la oveja Dolly, el accidente de tráfico de Lady Di y Dodi al Fayed o la inminente Guerra de Kosovo.
En esta coyuntura, no sabría decir el año exacto,pero podría tener unos 8 años, llegó a mis manos una antigua cinta de cassette con el nombre de Eskorbuto escrito en su portada. El título de este trabajo era el de Impuesto Revolucionario, algo imposible de comprender para un niño de 8 años, y entre sus títulos de canciones podiamos leer: Eskorbuto al parlamento, Mucha Policía Poca Diversión, Es un crimen, Maldito país, Anti-Todo o Eskizofrenía.

A esta edad temprana, caracterizada por la experimentación en todos los niveles de la vida, nos sumergimos en cualquier sonido buscando forjar una identidad personal que un instrumento tan importante como la música puede llegar a conseguir. En mi colección de cintas de cassette podías encontrar entonces música de todos los estilos posibles, excepto el que oían mis referentes paternos, manifestando tu odio ante el mismo por la rebeldía que caracteriza a un niño de 8 años.
Tras esta cinta de Eskorbuto, que para mí marco una época en lo que se refiere al desarrollo de mi identidad musical y mi personalidad, vinieron muchas más. Comencé a recopilar pilas de cintas de grupos con nombres extraños y obscenos como La Polla Record, Me cago en Dios (MCD), Soziedad Alcoholika o Cicatriz.
Al principio las letras te parecían divertidas por las palabrotas e insultos que empleaban, pero con el paso del tiempo y la compresión de las mismas, cambiaron fuertemente mi personalidad y modo de entender el mundo.
El movimiento punk puede verse desde el exterior como un género caracterizado por las letras obscenas y violentas, como una actitud radical o desvergonzada, claro que tiene todo esto si no, no sería punk, pero también como toda cultura tiene su parte de educación aunque se defina en sí mismo como un movimiento contracultural.
La labor educativa de la música punk es infinita, ha servido para la comprensión e introducción en la política de miles de jóvenes que habían crecido engañados por los medios de comunicación. Cuando eres un crío no sueles prestar atención a los acontecimientos políticos, históricos o sociales, pero relacionándolos con un género musical que te encanta puedes llegar a comprenderlos y valorarlos críticamente. Este fue mi caso, pues grupo tras grupo, canción tras canción, letra tras letra, empecé a comprender el mundo que me rodeaba y lo que es más importante a manifestar una actitud crítica ante los acontecimientos que ocurrían a mi alrededor.
Grupos como Sin Dios o los Muertos de Cristo nos introdujeron a muchos en el movimiento anarquista, tan censurado y ocultado desde los poderes políticos, otros grupos como la Polla Record, MCD, Piperrak o Rip con sus letras reivindicativas e incendiarias nos introdujeron en la lucha social y nos dieron otra visión sobre el Conflicto Vasco, otros como Decibelios nos iniciaron en la música OI! … Y todos juntos contribuyeron a crearnos una personalidad diferente lejos de los cánones de esta sociedad corrompida que pretende convertirnos en borregos del capital.
Como no se puede entender la Antiguedad clásica, la Edad Media o la Edad Moderna sin entender su arte, no se puede entender las últimas décadas del siglo XX sin entender uno de sus fenómenos más importantes como es el Punk, aunque lo intenten ocultar desde arriba por ser “el grano en el culo” de su época. Por tanto, la música punk se presenta como un instrumento esencial para comprender una época, ya que nos muestra una radiografía totalmente distinta a la que podemos encontrar en otras fuentes de información. Nos muestra aspectos tales como el inconformismo social de la clase trabajadora, las tendencias políticas de la época, acontecimientos importantes y protagonistas de una época, las modas y tendencias de una época...
Pero el verdadero valor del Punk no solo mira al pasado, pues aunque los punkys siempre se han encargado de recordar el famoso NO HAY FUTURO, la filosofía punk es perfectamente aplicable a la sociedad actual y aunque los tiempos han cambiado mucho podemos seguir gritando la consigna PUNK NOT DEAD, pues actualmente sigue vivo en el corazón de muchos jóvenes y otros no tan jóvenes que han seguido aguantando el vendaval.
En la coyuntura actual, necesitamos de la actitud rebelde del género punk para contribuir a crear una nueva sociedad, las antiguas letras de los grupos punk están más vivas que nunca y son perfectamente aplicables a nuestra época. Solo hay que escuchar, por poner un par de ejemplos, grupos como Eskorbuto, ya desaparecidos, que establecían consignas como:
-Nos disparan bolas de goma,nos golpean democráticas porras, nos disparan botes de humo, nos matan balas de plomo!solo queremos: Libertad!
-Nada mas nacer,comienzan a corrompernos. crecemos y envejecemos en absoluta sumisión .
-Vuestro rey es el dinero y de juan lo es también el dolar, la libra, la corona, la peseta su poder.
-Tanta policía tanto gobernador tanto hijo bastardo la madre que los pario!! Iros a la mierda!!!

Otros grupos como el que encabezaba el gran Evaristo Páramos, La Polla Record, con premoniciones tan acertadas para nuestro tiempo como:

Por último y para mostrar la continuidad generacional en los grupos de punk exponer dos extractos de letras pertenecientes al disco de Ignotus “A ningún lugar” (2014), grupo actual muy comprometido con los temas políticos, sociales e históricos:
-”Y así llegamos a día de hoy con su monarquía parlamentaria, los herederos de la extorsión, señores de la guerra, los amos del oro y la espada, junto a mercenarios y mercaderes protegen esta falsa democracia”

-”Siglos 18 y 19, siglos de revolución, burguesía, iglesia y monarquía, disputas de dominación, latifundios, campesinos esclavitud, explotación, precariedad obrera en la ciudad, tras la revolución industrial!!”


SALUD Y PUNK AND ROLL


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