En estos tiempos confusos que nos han
tocado vivir, debemos demostrar estar a la altura de las
circunstancias afianzando nuestro compromiso para salvaguardar las
libertades y derechos que pretenden despojarnos vilmente “los de
siempre”.
Otras generaciones ya cumplieron su
misión a lo largo de la historia, de manera más afortunada o
desafortunada, plantaron cara al sistema para defender una serie de
derechos que hoy sentimos como nuestros, y que debemos proteger a
capa y espada si es necesario, aunque solo sea por todos los que
cayeron por defenderlos.
Pues bien, ahora es nuestro turno y no
debemos caer en el error de pensar que las cosas cambiaran por sí mismas, o adoptar la postura del sucio cobarde que se mantiene
impasivo ante las circunstancias y se sube al barco cuando ya esta
reflotado, debemos contribuir con nuestro esfuerzo, ya que no hay más
esperanza que la que puedas crear con tu propio esfuerzo.
Un régimen que no quiere hacer y no
quiere saber trata al fracaso como sabotaje y a la discusión como
traición, aunque esta frase suene bastante dura ya que Maurice
Merleau-Ponty la aplicó al estalinismo, es completamente aplicable a
nuestro sistema actual si repasamos las últimas actuaciones
totalitarias que ha emprendido nuestro sistema “democrático”. La
Democracia hizo su entrada en España de la mano del liberalismo
económico y la economía capitalista, un sistema que privilegia a
los ricos haciéndolos aun más ricos y perjudica a los pobres
enterrándolos aun más en su desgracia, aunque algunos se empeñen en
confundir la liberalización económica con la liberalización
política o social. Aunque nos pretendan engañar con su lenguaje
estereotipado, atentando contra nuestra propia inteligencia y razón,
pues como decía Karl Marx “el poder político es
simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra”.
A casi cuatro décadas del inicio de la
Transición han cambiado muchas cosas, hemos pasado de una dictadura
política a una dictadura económica que ejercen los mercados, pero
digo yo ¿Estos Mercados son incontrolables? ¿Son organismos de otro
planeta que poseen una fuerza cósmica que les hace intocables? Claro
que no, detrás de estos mercados hay personas de carne hueso, “los
de siempre”, herederos de los antiguos terratenientes,camuflados
ahora con traje y corbata, que han creado mecanismos de defensa más
organizados y más difíciles de demoler, pero recurriendo al
refranero popular “torres más altas han caído”.
Otra cosa que ha cambiado es la manera
de reprimir la subversión, en la España Franquista un comentario
crítico al sistema hecho en público podía costarte un disgusto o
una paliza en comisaria, actualmente puede ocurrirte algo similar al
escribir en twiter o en facebook un comentario que el Estado
considere peligroso. Por tanto han cambiado los medios, pues se
tornan más sofisticados, pero no la naturaleza de un régimen
policíaco que encarcela a sus ciudadanos por difundir sus ideas.
Coacciones a la postre para ejercer la
doctrina del miedo, tan efectiva que llega a encarcelar millones de
conciencias, que si un día despiertan y pierden ese miedo, podrían
dar al traste con todo su sistema.
Por tanto, en nuestras manos queda,
pasar a los anales de la historia como una generación perdida y
cobarde o hacerlo como una generación luchadora que continuó el
legado que otros comenzaron a lo largo de la historia de este país y
que cambió con la fuerza de su honda (o intentó cambiarlo) el rumbo
de la historia que le venía impuesto por el terrible Goliat.
"Quieren taparnos la boca para que nadie nos pueda escuchar para que solo se oiga su mensaje y nadie pueda dudar"
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