Cierto es que este blog es muy dado a
establecer paralelismos entre la coyuntura actual y épocas pasadas,
pues encuentro interesante comparar distintas épocas y personajes
para llegar a una conclusión final, pero con esto no quiero
etiquetarme en ninguna postura, simplemente exponer una serie de
tesis y dar cabida a la reflexión del lector.
Hoy quiero hablarles de un
acontecimiento que marcó la historia de este país, la victoria del
Frente Popular en las elecciones de 1936. El conocido como Frente
Popular, que no era otra cosa
que una coalición de los principales partidos de izquierda españoles
agrupados para derrotar a la derecha reaccionaria que había
gobernado durante el bienio negro republicano (1934-1936) y que había
dado al traste con el espíritu reformista de los primeros años
republicanos.
A
pesar de las diferencias ideológicas de los partidos que componían
la coalición (republicanos, socialistas, comunistas,
nacionalistas...) consiguieron ganar las elecciones con un 47,1% de
los votos, contrastando con el 45,6% de los votos que había
conseguido el Frente Nacional Contrarevolucionario, formado
por partidos de derechas de diferentes tendencias (monárquicos,
católicos, fascistas...).
En
esta victoria electoral influyó
enormemente el voto anarquista, ya que gran parte de estos
depositaron su voto para el Frente, mientras otros pidieron la
abstención. Esta situación extraña para la filosofía anarquista,
que reniega de cualquier forma de Estado, se va a dar ante la
necesidad de acabar con la derecha reaccionaria. Más adelante, los
anarquistas verán trastocado su espíritu colaboracionista y
responsable, siendo muchos asesinados por lo que se suponía que eran
de su mismo bando, pero eso es otra historia.
Aunque
este Frente Popular no formó grupo parlamentario articulándose en
diversas minorías parlamentarias correspondientes a cada partido
integrante, ni formará un gobierno como tal, manifestó la unión de
la izquierda española, siempre tan dividida y polarizada, aunque
fuera solo para ganar las elecciones.
La
experiencia, como todos sabemos, duró muy poco, pues la victoria del
Frente Popular precipitó el Golpe de Estado ante los recelos de una
derecha reaccionaria que no estaba dispuesta a perder sus
privilegios.
Estableciendo
un salto temporal a la actualidad, quiero poner mis miras en otro
proceso electoral que puede cambiar la historia del actual sistema
democrático o quedarse en una simple anécdota. Les hablo de los
resultados de las elecciones europeas, algo que muchos han dado en
llamar el fin del bipartidismo, tesis que a mi parecer queda un poco
lejos a corto plazo. Pero si podemos hablar de cambios importantes en
lo que al destino del voto se refiere, pues ante el descalabro de los
ya conocidos como PPPSOE,
muchos votos han ido a parar a formaciones secundarias como la
Izquierda Plural o
incluso a formaciones nuevas como Podemos.
Pero
la fuerza del cambio no radica en estos resultados, pues a corto
plazo PPPSOE va a
seguir ganando la mayoría de los votos, juntos o separados como han
manifestado algunos de sus líderes o con el apoyo de fuerzas
conservadoras como CIU o UPYD.
Esto significa que mientras estos partidos “reaccionarios de su
tiempo” sigan obteniendo mayorías las cosas solo van a cambiar
para peor.
Aunque
desde mi posición ideológica no apoyo a ninguna de estas fuerzas
emergentes (Izquierda Unida, Podemos...), creo que echando mano del
paralelismo histórico, estaría dispuesto a apoyar igual que en su día
hizo mucho militante de la CNT
con el Frente Popular Republicano.
¿Y porque no, caminar hacía un Nuevo Frente Popular?
Algo
así sería muy interesante históricamente hablando, muchos podrían
decir que sería un suicidio y que acabaríamos como en 1936, pero
amiguitos la historia aunque tenga paralelismo nunca se repite ¿Y
si esta vez ganamos?
Creo que esta
sociedad es lo suficientemente madura, democráticamente hablando,
para establecer una Unión formada por todos los grupos desfavorecidos y reprimidos por los privilegiados, por esto veo viable aparcar las
diferencias históricas que mantiene la izquierda de este país y
remar todos en la misma dirección hacía una sociedad más justa,
¿Qué es la Democracía si no el consenso?
Esta tesis se
podría manifestar desde una doble vertiente, por un lado la política
que consistiría en un bloque común para conseguir realizar cambios
desde dentro del sistema, esto conllevaría realizar una coalición
de partidos ya no solo nacionales como IU o Podemos, si no
¿Porqué no contar con las fuerzas nacionalistas de izquierdas? Como
puede ser Esquerra Republicana o Bildu ¿Que miedo hay en
pactar con estos partidos? Y ¿Porqué no dar cabida a los militantes
o el electorado del PSOE que todavía se consideren de
izquierdas? Lejos del cambio de rumbo ideológico que ha emprendido
su ejecutiva hacía la derecha más reaccionaria.
Solo
con una gran coalición y la realización de un gran proyecto
ocultando los contenidos partidistas y reforzando los intereses
comunes se podrá llegar a un cambio real mediante esta vertiente. Me
podréis tachar de utópico, de soñador e incluso de ignorante ¿Pero
no es más utópico que el PP, responsable del retroceso de derechos
y libertades que estamos viviendo, haya conseguido 4074363
millones de votos en las últimas elecciones?
La segunda
vertiente y para mí la más viable, pues soy de la opinión de
conseguir los derechos en su terreno natural que es la calle y no con
un simple voto, es la lucha social. Esta sociedad, años atrás
adormecida, ha cambiado el rumbo en los últimos tiempos y la calle
se nos muestra como un hervidero que el gobierno ya no puede
controlar. Debemos seguir ejerciendo presión a los poderes políticos
y los poderes fácticos, para tumbar este sistema corrupto y
reaccionario para que la Utopía, de la que antes hablaba, se
transforme en una bella realidad.
UNIÓN! ACCIÓN! AUTOGESTIÓN!
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