miércoles, 11 de junio de 2014

HACÍA UN NUEVO FRENTE POPULAR

Cierto es que este blog es muy dado a establecer paralelismos entre la coyuntura actual y épocas pasadas, pues encuentro interesante comparar distintas épocas y personajes para llegar a una conclusión final, pero con esto no quiero etiquetarme en ninguna postura, simplemente exponer una serie de tesis y dar cabida a la reflexión del lector.
Hoy quiero hablarles de un acontecimiento que marcó la historia de este país, la victoria del Frente Popular en las elecciones de 1936. El conocido como Frente Popular, que no era otra cosa que una coalición de los principales partidos de izquierda españoles agrupados para derrotar a la derecha reaccionaria que había gobernado durante el bienio negro republicano (1934-1936) y que había dado al traste con el espíritu reformista de los primeros años republicanos.
A pesar de las diferencias ideológicas de los partidos que componían la coalición (republicanos, socialistas, comunistas, nacionalistas...) consiguieron ganar las elecciones con un 47,1% de los votos, contrastando con el 45,6% de los votos que había conseguido el Frente Nacional Contrarevolucionario, formado por partidos de derechas de diferentes tendencias (monárquicos, católicos, fascistas...).
En esta victoria electoral influyó enormemente el voto anarquista, ya que gran parte de estos depositaron su voto para el Frente, mientras otros pidieron la abstención. Esta situación extraña para la filosofía anarquista, que reniega de cualquier forma de Estado, se va a dar ante la necesidad de acabar con la derecha reaccionaria. Más adelante, los anarquistas verán trastocado su espíritu colaboracionista y responsable, siendo muchos asesinados por lo que se suponía que eran de su mismo bando, pero eso es otra historia.
Aunque este Frente Popular no formó grupo parlamentario articulándose en diversas minorías parlamentarias correspondientes a cada partido integrante, ni formará un gobierno como tal, manifestó la unión de la izquierda española, siempre tan dividida y polarizada, aunque fuera solo para ganar las elecciones.
La experiencia, como todos sabemos, duró muy poco, pues la victoria del Frente Popular precipitó el Golpe de Estado ante los recelos de una derecha reaccionaria que no estaba dispuesta a perder sus privilegios.
Estableciendo un salto temporal a la actualidad, quiero poner mis miras en otro proceso electoral que puede cambiar la historia del actual sistema democrático o quedarse en una simple anécdota. Les hablo de los resultados de las elecciones europeas, algo que muchos han dado en llamar el fin del bipartidismo, tesis que a mi parecer queda un poco lejos a corto plazo. Pero si podemos hablar de cambios importantes en lo que al destino del voto se refiere, pues ante el descalabro de los ya conocidos como PPPSOE, muchos votos han ido a parar a formaciones secundarias como la Izquierda Plural o incluso a formaciones nuevas como Podemos.

Pero la fuerza del cambio no radica en estos resultados, pues a corto plazo PPPSOE va a seguir ganando la mayoría de los votos, juntos o separados como han manifestado algunos de sus líderes o con el apoyo de fuerzas conservadoras como CIU o UPYD. Esto significa que mientras estos partidos “reaccionarios de su tiempo” sigan obteniendo mayorías las cosas solo van a cambiar para peor.
Aunque desde mi posición ideológica no apoyo a ninguna de estas fuerzas emergentes (Izquierda Unida, Podemos...), creo que echando mano del paralelismo histórico, estaría dispuesto a apoyar igual que en su día hizo mucho militante de la CNT con el Frente Popular Republicano. ¿Y porque no, caminar hacía un Nuevo Frente Popular?
Algo así sería muy interesante históricamente hablando, muchos podrían decir que sería un suicidio y que acabaríamos como en 1936, pero amiguitos la historia aunque tenga paralelismo nunca se repite ¿Y si esta vez ganamos?
Creo que esta sociedad es lo suficientemente madura, democráticamente hablando, para establecer una Unión formada por todos los grupos desfavorecidos y reprimidos por los privilegiados, por esto veo viable aparcar las diferencias históricas que mantiene la izquierda de este país y remar todos en la misma dirección hacía una sociedad más justa, ¿Qué es la Democracía si no el consenso?
Esta tesis se podría manifestar desde una doble vertiente, por un lado la política que consistiría en un bloque común para conseguir realizar cambios desde dentro del sistema, esto conllevaría realizar una coalición de partidos ya no solo nacionales como IU o Podemos, si no ¿Porqué no contar con las fuerzas nacionalistas de izquierdas? Como puede ser Esquerra Republicana o Bildu ¿Que miedo hay en pactar con estos partidos? Y ¿Porqué no dar cabida a los militantes o el electorado del PSOE que todavía se consideren de izquierdas? Lejos del cambio de rumbo ideológico que ha emprendido su ejecutiva hacía la derecha más reaccionaria.
Solo con una gran coalición y la realización de un gran proyecto ocultando los contenidos partidistas y reforzando los intereses comunes se podrá llegar a un cambio real mediante esta vertiente. Me podréis tachar de utópico, de soñador e incluso de ignorante ¿Pero no es más utópico que el PP, responsable del retroceso de derechos y libertades que estamos viviendo, haya conseguido 4074363 millones de votos en las últimas elecciones?

La segunda vertiente y para mí la más viable, pues soy de la opinión de conseguir los derechos en su terreno natural que es la calle y no con un simple voto, es la lucha social. Esta sociedad, años atrás adormecida, ha cambiado el rumbo en los últimos tiempos y la calle se nos muestra como un hervidero que el gobierno ya no puede controlar. Debemos seguir ejerciendo presión a los poderes políticos y los poderes fácticos, para tumbar este sistema corrupto y reaccionario para que la Utopía, de la que antes hablaba, se transforme en una bella realidad.

UNIÓN! ACCIÓN! AUTOGESTIÓN!




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