Nuestro
mundo Post-Moderno, ha conseguido su propósito, por un lado acabar con
cualquier tipo de sesgo ideológico, y por otro acabar con cualquier rasgo
humanitario. En este año 2016, se cumplen 40 años del conflicto del Sahara
occidental y al año que viene, otros tantos del reparto de Palestina (50 años).
Muchos años de dolor y sufrimiento de ambos pueblos, que ha desembocado en una
solución, imposible de soñar y muchos menos de imaginar.
Y es
que, ¿De dónde viene el conflicto saharaui?.
La
conferencia de Berlín (1884), llevaría a cabo el reparto de África entre los
principales Imperios europeos (Gran Bretaña, Francia, Alemania....), reparto en
el que participará España, no por haber obtenido el rango de potencia mundial,
si no por evitar fricciones en zonas conflictivas de las potencias hegemónicas.
El objetivo del Estado Español fue el de mantener viva la llama de su antiguo
Imperio, pero esta idea imperial se encontraba en su lecho de muerte, y la
colonización española simplemente respondía a planes estratégicos trazados por
las verdaderas potencias que se repartieron el pastel.
La
colonización española en el Sahara fue muy débil, pues su dominio efectivo no
recabó ningún beneficio económico para España hasta 1960, unido al descubrimiento
de Fosfatos en territorio saharaui.
Una
Españal inmersa en la dictadura franquista, que se mantenía aislada del resto
de Europa, siempre cuestionada por líderes como Churchill, que hablaban de
"la cuestión española " y criticaban la dictadura franquista.
Pero
en el contexto de la guerra fría, los pareceres dictatoriales de la dictadura
de Franco se olvidaron, para hacer frente a la amenaza de la Guerra Coreana.
Francisco Franco se convertiría en un aliado americano, más aún, el gendarme de
occidente , encargado de propiciar un verdadero cordón sanitario contra la
amenaza comunista.
La
ONU, una organización internacional que había nacido tras la segunda guerra
mundial, dejó en suspenso las condenas al régimen español y rápidamente abrió
los brazos a la entrada de España en 1955.
La
situación de las colonias españolas era incompatible con los principios de la
ONU, para ello España (al igual que Portugal), decidió actuar en su política
colonial, proclamando en 1957 el decreto de provincialización, que suponía que
a efectos legales el Sahara Occidental era español en todo derecho, una
circunstancia muy diferente a su práctica.
En
1974 estalla la Revolución de los Claveles en Portugal, acontecimiento que
conlleva la independencia de las colonias portuguesas. España, inmersa en la
crisis tardo-franquista, queda como único Estado (a excepción de Francia) que
mantiene sus "provincias de ultramar".
La ONU
presiona fuertemente para llevar a cabo la resolución del conflicto, dejándolo
en mano de los dictamines de su Corte Internacional de Justicia, que elaborarán
una serie de procesos que tendrían que desembocar en un referéndum de
autodeterminación de pueblo saharaui.
Pero
la cuestión se tornaba complicada, pues el territorio saharaui era reclamado
por Marruecos y Mauritania. El primero consigue una resolución para quedar en
suspenso el referéndum de autodeterminación. Ante estos hechos, la Corte
Internacional, decide indagar en los vínculos existentes antes de 1884 (reparto
de África), del Sahara con Marruecos y Mauritania. Enviando además una misión
de visita al territorio para redactar un informe, sobre los orígenes de la
población saharaui, sus raíces identitarias y la opinión de su movimiento de
liberalización: el frente polisario.
Pero
mientras Marruecos y Mauritania reclaman ¿Qué
hace España?
El
informe de la Corte de Justicia emite que existían vínculos jurídicos entre
poblaciones nómadas (antes de 1884), entre poblaciones nómadas saharauis, marroquíes
y mauritanas, pero en ningún caso soberanía de ninguno de estos estados, por
tanto se refrendará el Referendum de Autodeterminación del pueblo del Sahara. ¿Y
es qué? Cuándo España llega al territorio Saharaui ¿Era tierra de nadie?
¿Estaba políticamente organizada? ¿Qué vínculos tenía con Marruecos y
Mauritania?
Esta
fue la maniobra organizada por Hassan II, en los tres meses que tardó la corte en
aportar los documentos. Marruecos fue organizando la Marcha Verde,
supuestamente pacífica, que arrastraba a 350000 marroquíes supuestamente
armados con el Corán a la ocupación del Sahara Occidental. Antes de la Marcha
Verde, Marruecos ya había traspasado las fronteras y el ejército español había
puesto alambres de espinos en las principales ciudades para que la población no
escapara.
Mientras,
en la metrópolis española, Felipe González, secretario general de PSOE y
aspirante a convertirse en el futuro presidente de España, defendía al pueblo
del Sahara hasta la victoria final, aptitud que desechará tras ganar las
elecciones y apoyar pública y diplomáticamente la ocupación marroquí.
Tras la
Marcha Verde la población del Sahara huye estableciéndose en campamentos,
mientras en Madrid se firman los acuerdos del 14 de noviembre de 1975, por los
que España entrega el territorio a Marruecos y Mauritania, en vez de
entregarlos a un organismo internacional. Más tarde, en 1979, Mauritania
renunciará a estos territorios y reconocerá la República Árabe Saharaui
Democrática.
Como
vemos, tras la Marcha Verde, el territorio del Sahara es ocupado en sus dos
terceras partes, el pueblo queda dividido en dos, por un lado los que huyen a
campamentos como el de Tinduf, y por otro los que están ocupados por las
autoridades marroquíes. En esta zona controlada por Marruecos, con el apoyo
implícito de EEUU, Francia e Israel, se despojará a los saharauis de sus
tierras, de su acceso al mar, de su patria y de su destino como pueblo libre.
Por
otro lado, enseguida se organiza una lucha dirigida por el Frente Polisario,
que había nacido en época de
colonización española, lanzando una larga guerra de liberalización nacional
desde 1975 hasta 1991 Año este, en que el Frente Polisario propone un alto al
fuego y un plan de paz, a consecuencia de un debate interno, “continuar la lucha” o “acordar la paz”.
Para Marruecos el presupuesto dedicado a la guerra ocupaba el 25-30% de su
riqueza, mientras el Frente Polisario utilizaba las guerrillas como método de
una guerra legítima de liberación de sus territorios.
Eran
los años finales de la guerra fría y el contexto internacional era favorable a
una solución pacífica, véase los acuerdos de Oslo, entre Israel y Palestina o
la independencia de Namibia (territorio colonizado por Sudáfrica). El Sahara
decide confiar en la ONU y se lanza un plan de paz. En las negociaciones Hassam
II da un paso adelante y reconoce a la otra parte sentándose a negociar, una
paz tan indecisa como incierta. Con ella se prevé celebrar un referéndum, que
pretendía utilizar el censo que realizó España en 1974 para la colonia, aunque
actualizándolo, siendo aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU y
lanzando la MINURSO como herramienta de pacificación.
Pero
en 1992 estallará el conflicto argelino, iniciado por las potencias
occidentales dentro de su labor mesiánica a favor de la democracia, será entonces
cuando forzarán a Argelia a convocar elecciones libres, pero la Democracia les
estallará en la cara, al ganar el Frente Islámico de Salvación (FIS), ya que
para ellos representarán su más satánica contrariedad y sus resultados
inaceptables, por lo que la democracia argelina, acabará en ríos de tinta roja,
iniciándose una sangrienta guerra. Siendo Argelia el principal valedor de los
saharauis, Hassan II utilizó el plan de paz para no llegar a nada, poniéndole
obstáculos tanto al Sahara como a la ONU, cuando esta última elabora un censo
para la realización del referéndum , Marruecos se retira de los acuerdos de
paz: el proceso había muerto.
La
carta de la ONU en su capítulo VII, marcaba imponer una solución a través de un
referéndum, algo que no pasará, pues Francia veta y vetará esta propuesta,
incluso Ban-Ki-moon, exsecretario de la ONU, en su último informe hablaba del
Sahara marroquí.
Las
única armas que le queda al Sahara, más allá de la vuelta a las armas, es el
derecho internacional y el derecho
español, unas luces muy tenebrosas en un mundo monopolizado por la oscuridad
solidaria, pues al igual que el lobbie judío, el lobbie marroquí tiene una gran
fuerza en las políticas internacionales y grandes escuderos que le defienden.
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