A principios de
2014 no podemos ignorar el gran peso que han adquirido en nuestras vidas lo que
llamamos “redes sociales”, estas se han convertido en una pieza imprescindible
de nuestro día a día, y sin ellas no podríamos entender el mundo tal y como hoy
lo conocemos. Las redes sociales se manifiestan desde una doble vertiente, por
un lado se tornan peligrosas, ya que son un arma de doble filo en manos de los
poderosos, ya sean los gobiernos, los poderes fácticos… Vivimos en un mundo
globalizado y cada vez más controlado, por un Gran Hermano que nos vigila a
través de unas redes que escapan a nuestro control.
Pero a la vez, las
redes sociales se han convertido en una valiosa herramienta para organizar la
lucha y la rebelión, no podríamos comprender la mayoría de las últimas
revueltas sociales sin el poder de convocatoria de estas redes. Podemos poner
miles de ejemplos desde la Primavera Árabe, pasando por el 15M, hasta las marchas por la dignidad que se dieron el pasado 22 de Marzo en Madrid.
Teniendo en
cuenta estas dos vertientes, debemos ser conscientes por un lado del poder que
tienen estas herramientas, pero debemos ser prudentes a la hora de realizar
publicaciones con las que enseñemos todas las cartas a nuestros enemigos. Hay
que tener claro, que la revolución no
llegara desde el Facebook, pues esta debe llevarse a cabo en su terreno natural
que es y será siempre la calle. Tenemos en nuestras manos una valiosa arma con
el que expresar nuestras ideas a nivel global, pero estas han de llevarse a la
práctica.
Con estas
palabras, no pretendo hacer de detractor
ni de defensor de las redes sociales, somos hijos de nuestro tiempo y por lo tanto
no debemos caer en la ignorancia de crear otro movimiento ludista a nivel de
tecnología informática. Debemos adaptar las redes sociales a nuestros intereses,
e intentar cada vez más promover
conciencias, para que ese poder virtual se manifieste realmente en la calle y
poder construir entre todos un mundo justo y libre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario