La creación artística es una función esencial de ser humano,
pues el lenguaje artístico, además de forma de conocimiento, como la ciencia o
la religión, es también un medio de comunicación con el que el artista expresa
imágenes de la realidad física y humana, y también del psiquismo, como
sentimientos, esperanzas, sueños… Un
lenguaje universal, una tendencia innata de la especie humana basada en la
necesidad de expresión.
El artista no se limita a la representación, sino que
transforma los datos de la naturaleza y los hace resplandecer en una ordenación
diferente. Así, el autor de una obra de arte no es un descubridor, sino un
creador, pudiendo hablar de creación artística.
La creación artística es tan antigua como el hombre, pues
como escribía René Huyghe “no hay arte sin hombre, pero quizá tampoco hombre
sin arte”. Pero esta creación tan pura y desinteresada ha chocado a lo largo de
la historia con poderes despóticos, que han ocultado, usurpado o marginado la
misma creación artística.
Pensemos en el Paleolítico y en la creación artística que
supusieron las pinturas rupestres o la música rítmica, cualquier humano que pertenecía
a una tribu, podía deleitarse con estas pinturas o escuchar esta música
primitiva, dentro de sus rituales religiosos. Ahora pensemos en nuestra época,
¿Quieres ver las Meninas de Velázquez? Pasa por la taquilla del museo del Prado
y lo verás, si tienes dinero para pagarte la entrada ¿Quieres escuchar a los
Rollings Stone? Guarda cola durante horas y gástate, un dinero que explotado en
tu trabajo te costó ganar varios días, pero piensa que tienes suerte, igual es
la última vez que tocan.
Así funciona el mundo, si tienes dinero puedes acceder
a la cultura, si no lo tienes, la única obra de arte que verás será el graffity
del getto donde pasas la noche. Y yo me pregunto ¿El concepto de Patrimonio de
la Humanidad? ¿Es aplicable a un mendigo? ¿A un inmigrante sin papeles? ¿A un
parado de larga duración desplazado a la miseria?.... ¿O ese patrimonio solo es
aplicable a la humanidad que puede pagarse la cultura?
Está claro, que existe una usurpación de ese patrimonio de
la humanidad, para convertirlo en mercancía y sacarle una alta rentabilidad,
pues si existiera realmente el concepto de patrimonio de la humanidad, cualquier
persona tendría el mismo derecho de deleitarse con el Guernika de Picasso, el
David de Miguél Ángel o la Alhambra de Granada.
Otro fenómeno corriente, a lo largo de la historia, es el de
la ocultación. En diferentes coyunturas, se ha dado mucho protagonismo a unas
obras de arte, que coincidían con la mentalidad dominante, y se ha ocultado
otras que como se suele decir “no eran políticamente correctas”. Solo pensar,
en la época de la Inquisición con las listas negras de libros, pasando por los
fascismos y perviviendo en el Sistema democrático actual.
Mas terrible aun, es la marginación de diferentes artistas a
lo largo de la historia, por no encajar en los esquemas mentales de la época. Los
intelectuales, siempre han sido un lastre para cualquier sistema que se sostiene en
el poder como norma, han sido marginados, criticados, oprimidos e incluso
eliminados físicamente, algunas veces por enfrentarse al poder establecido y
otras por el simple hecho de significar un peligro para un Estado, que solo
piensa en perpetuar su poder y la de su clase dirigente.
Mártires de las letras
españolas como Federico García Lorca o Miguel Hernández, son la prueba de esta
realidad, otros como Juan Ramón Jiménez tuvieron que sufrir el exilio y algunos
otros la censura renstrigiéndoles su creación artística.
La cultura libre, hecha por y para el pueblo, que llena de
luz tantas conciencias libres y obstaculiza mentes retrogradas, se torna un
peligro real para la oligarquía reinante que no está dispuesta a aceptar ningún
agujero en su saco de poder. Por esta razón, nunca tendrá razón de ser en su
seno, siempre será para ellos clandestina y en su naturaleza prohibida.
Pero algo en principio tan inocente, como escribir un poema
y compartirlo con el pueblo, puede llegar a ser mucho más peligroso para el
poder, que el hecho de vaciar un cargador de un revolver sobre la cara de
cualquier oligarca. Pues la violencia física, puede servir como medio para
conseguir un fin concreto, pero nunca conseguirá moldear conciencias colectivas
como puede hacerlo un simple poema. La violencia solo acarrea violencia,
mientras la educación puede acarrear algo más grande y duradero, y es que ya lo
dijo Kant “Un pueblo educado es un pueblo libre”.
La educación es la base de cualquier sistema político, los
oligarcas la usan constantemente, para crear ciudadanos modelos, hechos a la
imagen y semejanza del pensamiento dominante. Todo lo que se separa, de ese
pensamiento dominante, es marginado y reprimido para no entorpecer el progreso
de la nación. Nos quieren sumisos, nos quieren mudos, quieren que observemos
solo una parte de la realidad, la que al Estado le interesa que observes, lo
demás es disidencia, delito o traición.
Vivimos en un mundo en el que se incurre en un grave delito
por escribir una canción crítica (véase Pablo Hasel, Soziedad Alkohólika o
Banda Bassotti), pero no incurre un delito llenarse los bolsillos de billetes procedentes de las arcas públicas, esconder dinero en los paraísos fiscales o financiar un
partido político con dinero negro. Puedes ir a la cárcel por escribir en twitter
o facebook que algún político de la élite oligarca se merece una bomba (algo que yo personalmente no le desearía a nadie), pero si
en cambio, haces lo mismo con uno de sus rivales (por ejemplo el líder de
Podemos, Pablo Iglesias) o proclamas
consignas racistas o fascistas, no solo quedas amnistiado automáticamente, si
no incluso se te agradecen los servicios prestados.
Volviendo al tema de la represión cultural, nos encontramos
un panorama desolador, por ejemplo en una labor tan decente como es el
periodismo, cuya labor se ve manipulada ruinmente por estos oligarcas. Enciendes
la TV, la radio la pantalla del
ordenador o lees la prensa escrita y te bombardean a diario con verdades a
medias y lo que es peor mentiras contadas como verdades. Los que osan, sucumbir
al rigor periodístico son avisados de su error e invitados a medir sus
palabras, para que concuerden con su versión de los hechos.
Vistos, los inconvenientes de expresar una cultura libre ¡no
todo va a ser un valle de lágrimas!, pues la libertad cultural hace que muchos
busquemos en ella nuestra razón de ser, que seamos consumidores habituales de
las creaciones de personas, que buscan esa modalidad para ayudarnos a caminar
con ilusión hacía un mundo libre y justo, donde la cultura libre se imponga
sobre la cultura manipulada, para así iluminarnos el camino hacía la libertad.
Bibliografía: La historia del Arte, Gombrich